LA GESTIÓN DE LOS RIESGOS EN EL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL EN ESPAÑA HOY
La gestión de los riesgos en el patrimonio histórico y cultural de España hoy: Presentación, Panorama normativo, Análisis del estado actual, Conclusiones y bibliografía.
Autora:
Paula Montilla
RESUMEN
Nuestro país cuenta con un rico y variado patrimonio histórico y cultural, legado de las distintas civilizaciones que, con el transcurso de la historia han confluido en el territorio de la Península Ibérica. Este patrimonio, por su singularidad, antigüedad, estado de conservación y valor artístico, resultan especialmente vulnerables ante estos posibles escenarios de emergencias, agravados hoy por el cambio climático.
En este sentido, la sociedad actual demanda mayores niveles de seguridad, desde sus múltiples dimensiones incluida la del Patrimonio Histórico y Cultural. Aplicar, por tanto, medidas para su protección se está convirtiendo en necesidad y demanda en las sociedades modernas, sensibles al reconocimiento del patrimonio histórico y cultural como componente protagonista de su identidad.
Esta nueva y necesaria perspectiva de protección del Patrimonio Histórico y Cultural, ha estado presente en nuestro país desde hace varios años, constituyéndose en un corpus normativo necesario a tener en cuenta, tanto desde el punto de vista de las administraciones competentes en cultura y patrimonio histórico, como desde las administraciones competentes y responsables de protección civil. No obstante, las obligaciones y responsabilidades de las administraciones y operativos en aplicación de la normativa, no están hoy al nivel que le correspondería, a pesar de los esfuerzos reconocidos por parte del Estado y de algunas Comunidades Autónomas; por tanto, ante la gestión de los riesgos, es aconsejable establecer y desarrollar líneas necesarias e imprescindible de trabajo específicas, comunes y semejantes, que permitan avanzar en la protección de la ciudadanía y del Patrimonio Histórico.
ABSTRACT
In this sense, today's society demands higher levels of security, from its multiple dimensions, including that of Historical and Cultural Heritage. Applying, therefore, measures for its protection is becoming a necessity and demand in modern societies, sensitive to the recognition of historical and cultural heritage as a leading component of their identity.
This new and necessary perspective for the protection of Historical and Cultural Heritage has been present in our country for several years, constituting a necessary regulatory corpus to be taken into account, both from the point of view of the competent administrations in culture and historical heritage, as well as from the competent administrations and those responsible for civil protection. However, the obligations and responsibilities of the administrations and operations in application of the regulations are not today at the level that would correspond to them, despite the efforts recognized by the State and some Autonomous Communities; therefore, in view of risk management, it is necessary and advisable to establish and develop necessary and essential lines of specific, common and similar work, to advance in the protection of citizenship and Historical Heritage.
PRESENTACIÓN
A su vez, aúna un amplio conjunto de factores, derivados de su naturaleza y situación geográfica. Por ejemplo, su relieve es el resultado del choque entre la placa africana y la placa euroasiática; igualmente una buena parte de sus características climáticas se explican por su localización entre la zona templada y la subtropical, así como por la situación entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. A estos factores, hay que sumar un alto grado de dinamización económica, desarrollo social y tecnológico alcanzado por su numerosa población, contribuyentes todos ellos con un amplio abanico de riesgos de origen natural o antrópico, que pueden producir daños y perdidas a las personas, a los bienes y al medio ambiente.
Entre todo el conjunto de tipo de bienes, se encuentran los de carácter histórico y cultural que, por su singularidad, antigüedad, estado de conservación y valor artístico, resultan especialmente vulnerables ante estos posibles escenarios, agravados hoy por el cambio climático. A la pérdida total o parcial de elementos protegidos y de las colecciones, se suma el impacto económico y psicosocial que ello puede suponer.
Recordemos el incendio de la Catedral de Notre Dame de París, de 15 de abril de 2019, que conmocionó a la sociedad europea. Todos nos sentimos afectados y se hizo más presente la necesidad de tomar medidas especiales ante la posibilidad de que nuestro patrimonio histórico y cultural se vea dañado por los diferentes tipos de emergencias. Aún más cercanos, en nuestro país, tenemos los ejemplos del incendio de la Catedral de León en 1966, que arrasó toda su cubierta de madera, la afectación a las iglesias en el terremoto de Lorca (Murcia) de 2011 y el enjambre sísmico del año 2021 en Granada que afectaron , entre otros daños, a elementos patrimoniales como la Alhambra o el Arco de Loja de Santa Fe (Granada).
Con todo ello y en este sentido, la sociedad actual demanda mayores niveles de seguridad, desde sus múltiples dimensiones incluida la del Patrimonio Histórico y Cultural. Aplicar, por tanto, medidas para su protección se está convirtiendo en necesidad y demanda en las sociedades modernas, sensibles al reconocimiento del patrimonio histórico y cultural como componente protagonista de su identidad.
Esta nueva y necesaria perspectiva de protección del Patrimonio Histórico y Cultural, ha estado presente en nuestro país desde hace varios años, constituyéndose en un corpus normativo necesario a tener en cuenta, tanto desde el punto de vista de las administraciones competentes en cultura y patrimonio histórico como desde las administraciones competentes y responsables de protección civil.
En este documento se pretende analizar el estado de la cuestión en nuestro país e identificar posibles estrategias y líneas necesarias para avanzar en la materia.
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Molino de Alcalá de Guadaíra, Sevilla. Inundaciones 18/03/2018. Foto: Juan Manuel Rodríguez Calderón |
PANORAMA NORMATIVO
Como consecuencia de la destrucción masiva del Patrimonio Cultural durante la Segunda Guerra Mundial, se adoptaran un conjunto de acuerdos para “la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado” en la Convención de la UNESCO celebrada en La Haya en 1954. Estos acuerdos, se consideran el primer tratado internacional con vocación mundial dedicado a la protección del patrimonio histórico y cultural en caso de emergencias, ya que además de su referencia directa a los conflictos armados, en su contenido contemplaba aspectos como: adopción de medidas de salvaguardia en tiempo de paz, la preparación de inventarios, la planificación de medidas de emergencia para la protección contra incendios o el derrumbamiento de estructuras, la preparación del traslado de bienes culturales muebles o el suministro de una protección adecuada in situ de esos bienes, y la designación de autoridades competentes que se responsabilicen de la salvaguardia de los bienes culturales, etc.
Desde el ámbito internacional también, en la actualidad, podemos destacar otros documentos posteriores como el “Marco de Acción de Hyogo (2005-2015); y el posterior “Marco Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres” (2015-2030) que contemplan políticas para el aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres, incluyendo los bienes de carácter cultural e histórico. De este último podemos extraer entre sus estrategias, el siguiente tenor:
“Es urgente y fundamental prever el riesgo de desastres, planificar medidas y reducirlo para proteger de manera más eficaz a las personas, las comunidades y los países, sus medios de subsistencia, su salud, su patrimonio cultural, sus activos socioeconómicos y sus ecosistemas, reforzando así su resiliencia”.
También desde la Comisión Europea se están marcando directrices para que los estados miembros desarrollen acciones en este sentido. Se puede citar, como referencia el documento Conclusiones del Consejo sobre la gestión de riesgos en el ámbito del patrimonio cultural, de 26 de mayo de 2020, su contenido es extenso, pero podemos resaltar entre los puntos más significativos el siguiente:
“19. Reconocer e integrar el patrimonio cultural en las políticas y la gestión del riesgo de desastres y planes a nivel local, regional, nacional y de la Unión Europea, y establecer, cuando proceda, cooperación intersectorial, con el fin de garantizar una adecuada gestión de riesgos en el ámbito del patrimonio cultural, teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes definidas en la Decisión. 1313/2013 / UE sobre un mecanismo de protección civil de la Unión”.
En concordancia con el mecanismo de Protección Civil de la Unión, igualmente se están dando pasos en este campo, visibilizando e incluyendo en las normas relacionadas, el patrimonio Histórico y Cultural. Así en “Reglamento (UE) 2021/836 del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 de mayo de 2021 por el que se modifica la Decisión nº 1313/2013/UE relativa a un Mecanismo de Protección Civil de la Unión”. En su artículo 1, contempla:
“2. La protección que debe asegurar el Mecanismo de la Unión cubrirá sobre todo a las personas, pero también al medio ambiente y los bienes, incluido el patrimonio cultural, frente a todo tipo de catástrofes naturales y de origen humano, incluidas las consecuencias de los actos de terrorismo, las catástrofes de carácter tecnológico, radiológico o medioambiental, la contaminación marina, el desequilibrio hidrogeológico y las emergencias sanitarias graves que se produzcan dentro o fuera de la Unión...”
En la actualidad, igualmente están en tramitación la creación de los correspondientes módulos del Mecanismo dedicados al Patrimonio Histórico y Cultural.
Esta necesidad de prestar especial atención en situaciones de emergencia al patrimonio histórico y cultural ha tenido reflejo en nuestro país cuando a partir del año 2015 el Ministerio de Cultura y Deporte redactó y aprobó el “Plan Nacional de Emergencias y Gestión del Riesgo en el Patrimonio Histórico”, que contempla como aspectos fundamentales para las Comunidades Autónomas los siguientes:
- Creación de Unidades de Gestión del Riesgo en el Patrimonio Histórico coordinadas con Protección Civil, como grupos de trabajo encargados de asesorar, informar y colaborar con las personas que deben intervenir en las tareas de rescate y de recuperación en situaciones de emergencia que puedan afectar a la integridad de los bienes culturales.
- Elaboración de mapas de riesgo del Patrimonio Histórico.
- Elaboración e implantación y mantenimiento de Planes de Salvaguarda, integrados en la planificación de emergencias de protección civil de ámbito superior.
- Realización y ejecución de ejercicios y simulacros, en los que se incluyan escenarios accidentales de daños en el Patrimonio Histórico.
- Programas de formación y capacitación para los distintos operativos.
- Programas comunicación, información y participación ciudadana.
Por otro lado, el Plan Estatal General de Emergencias de Protección Civil, aprobado mediante Resolución de 16 de diciembre de 2020, del Consejo de Ministros, en su artículo 8.9.3 “Protección de bienes de interés cultural, histórico y artístico”, establece:
“En las actuaciones derivadas del PLEGEM se prestará especial atención a la protección de los bienes de interés cultural, histórico y artístico, especialmente los clasificados como Bienes de Interés Cultural.
Las medidas de protección serán las establecidas en los correspondientes Planes Especiales aprobados por los órganos competentes, así como, en su caso, en los Planes Territoriales de las Comunidades Autónomas o Ciudades de Ceuta y Melilla”.
Ante este contexto de riesgo y su actual marco jurídico podemos plantear algunas cuestiones.
¿Por qué unas medidas y una planificación ante emergencias especialmente dedicada al Patrimonio Histórico y Cultural ?
Desde el ámbito de la protección civil se tiene muy claro qué se define como tal y qué se incluye como objetivos de protección entre las actuaciones.
Recordemos el alcance de la protección civil en la Ley 2/1985, de 21 de enero, sobre protección civil, que en sus “Disposiciones generales. Artículo 1, establecía que: “1. La acción permanente de los poderes públicos, en materia de protección civil, se orientará al estudio y prevención de las situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública y a la protección y socorro de personas y bienes en los casos en que dichas situaciones se produzcan”.
Posteriormente la nueva Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, mantiene una definición similar, igualmente en sus Disposiciones Generales. Artículo 1. Objeto y finalidad, establece que: “1. La protección civil, como instrumento de la política de seguridad pública, es el servicio público que protege a las personas y bienes garantizando una respuesta adecuada ante los distintos tipos de emergencias y catástrofes originadas por causas naturales o derivadas de la acción humana, sea ésta accidental o intencionada”.
Podría pensarse que en los conceptos anteriormente definidos se incluyen los bienes de carácter histórico y cultural, pero si analizamos las especiales características de estos bienes podremos entender el motivo por el cual se ha demandado una especial dedicación a los bienes históricos y su necesidad de que estén visibilizados yse dediquen esfuerzos a su protección. Resulta, por tanto, imprescindible tener en cuenta una serie de cuestiones.
En la mayoría de los casos la vulnerabilidad de este tipo de bienes es muy alta, por su antigüedad y su estado de conservación y el origen de su construcción anterior, en casi todos los casos, a todas las normas de prevención.
Por tanto, presentan una exposición muy alta a los posibles daños, no solamente los producidos por las situaciones de emergencias provocados por la peligrosidad externa, sino que presentan igualmente gran exposición a las actuaciones y los trabajos de los operativos, que en algunas situaciones de emergencia pueden ocasionar daños secundarios en los elementos patrimoniales.
Además, poseen un valor artístico, incalculable e insustituible, en la mayoría de las ocasiones no solo en los continentes sino también en el valor de las colecciones o contenido de los mismos.
Igualmente, es importante resaltar que la cultura es, actualmente, apreciada como un factor crucial para reforzar la sostenibilidad, puede ayudar a construir nuevas sinergias sociales que regeneren la manera en la que concebimos, producimos y habitamos nuestras ciudades y nuestro territorio. El patrimonio, hoy, es entendido como un recurso de dinamización económica y social, por su contribución con el progreso de las estructuras productivas entre las que sobresale, de manera explicita, las actividades relacionadas con el turismo cultural.
El patrimonio histórico y cultural, tanto material como inmaterial, no es solo un recurso susceptible de ser alcanzado y dañado por los desastres, sino que tiene un destacado papel proactivo que desempeñar en la construcción de la resiliencia de las ciudades y sus poblaciones, puede por tanto, ser un importante componente de la prevención y mitigación de desastres, contribuyendo así a un desarrollo más sostenible. El Patrimonio Histórico se constituye como puntos de anclaje de la ciudadanía con su entorno, con un fuerte valor simbólico, que ayuda a las víctimas frente al impacto psicológico de los desastres, contribuyendo así al refuerzo de la resiliencia.
De entre todas los países de Europa, España destaca por su amplísimo catalogo de bienes culturales de los cuales 49 están declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, repartidos por todo el territorio Nacional y alguno de ellos como el arte rupestre del Arco Mediterráneo (Patrimonio Mundial desde 1998) distribuidos por varias comunidades autónomas. A ello, hay que sumar un innumerable conjunto de bienes con diferente grado de protección según la norma o Ley Autonómica que se aplique en cada territorio. Por otro lado, resulta conveniente no olvidar que también están incluido en esta lista Mundial de Patrimonio Inmaterial 19 manifestaciones, tradiciones o expresiones vivas, que en ocasiones podrían verse afectadas por las emergencias que afecten a su soporte material o a sus contextos.
Desde toda esta perspectiva, para terminar, consideramos imprescindible resaltar que el Patrimonio Histórico y Cultural es el legado que hemos recibido de nuestros antepasados y será el legado que heredaran las generaciones futuras, su valor radica, además, en conformar el escenario de nuestras vidas y en ese sentido, forma parte se nuestra identidad, que se puede ver fuertemente amenazada en situaciones de emergencia, con el consiguiente impacto psicosocial.
No cabe duda por tanto, que visibilizar la importancia de un tratamiento específico, así como tomar medidas adecuadas para la prevención, la planificación y una respuesta especializada resulta en la actualidad imprescindible.
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Simulacro Museo de Bellas Artes de Antequera (Málaga). 16/11/2022. Foto: Elaboración propia. |
ANÁLISIS DEL ESTADO ACTUAL
- La responsabilidad es compartida por parte de los organismos competentes en la materia, por un lado, las administraciones de cultura y por otro lado, los organismos competentes en Protección Civil. En este sentido, es importante también subrayar que la mayoría de las leyes autonómicas dedicadas al Patrimonio Histórico contienen instrucciones respecto al deber de colaboración de las diferentes administraciones públicas en la protección del Patrimonio Histórico y Cultural ( Andalucía, Castilla- La Mancha, Castilla y León…).
- Se observa gran dispersión y heterogeneidad respecto al nivel de planificación y actuaciones relacionadas con la materia en el conjunto de las comunidades autónomas. Por ejemplo, la mayoría de las Comunidades no cuentan, en la actualidad, con Unidades de Gestión del Riesgo en el Patrimonio Histórico, previstas en el Plan Nacional, y la elaboración, e implantación de Planes de Salvaguarda es escasa e irregular.
- La coordinación entre los organismos de Protección Civil y las administraciones con competencia en Cultura y Patrimonio Histórico no es suficiente y adecuada. La integración de los Planes de Salvaguarda en los Planes de Protección Civil Autonómica es escasa, faltan desarrollo de procedimientos conjuntos, simulacros conjuntos, etc.
- Son pocos las Comunidades Autónomas que contemplan la perspectiva del Patrimonio Histórico en la Planificación de emergencias de Protección Civil.
- Existen dificultades para la elaboración de los Planes de Salvaguarda, que se han sumando a la necesidad normativa, para determinados edificios, de elaborar planes de evacuación, planes de autoprotección o planes de seguridad interior. Ello supone la necesidad de aclaración respecto a la complementariedad y coordinación entre los mismos.
- Existe un constatado desconocimiento de la materia en la mayor parte de los operativos.
- Los programas de capacitación y formación están en la mayoría de los casos sin desarrollar, existen pocas acciones en este sentido, tanto para el personal de la Administraciones competentes en cultura, como para el Personal de Protección Civil, así como para los diferentes operativos.
- Las acciones relacionadas con la participación ciudadana son prácticamente inexistentes.
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Actuación de Bomberos de Granada y UME. Simulación de daños en la Real Chancillería. Escuela Nacional de Protección Civil. Granada 12/05/2022. Foto: Elaboración propia. |
CONCLUSIÓN
- Mejorar la coordinación entre las administraciones para un necesario enfoque transdisciplinar de las actuaciones.
- Integrar las actuaciones de las Unidades de Gestión de Riesgo en el Patrimonio Histórico en la respuesta a las emergencias en el Patrimonio Histórico.
- Unificar y desarrollar procedimientos de actuación en los escenarios de afectación al Patrimonio Histórico.
- Abrir vías de apoyo a la elaboración e implantación de Planes de Salvaguarda y su integración con la planificación complementaria.
- Trabajar para la integración de la planificación de emergencias en el Patrimonio Histórico en la Planificación de Emergencias de Protección Civil.
- Elaborar e implementar programas de capacitación y formación para todos los intervinientes e implicados.
BIBLIOGRAFÍA
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- JIMÉNEZ HERRERO, LUIS M. Y OTROS. “Patrimonio natural, cultural y paisajístico. Claves para la Sostenibilidad Territorial”. OBSERVATORIO DELA SOSTENIBILIDAD EN ESPAÑA.
- VICO BELMONTE, ANA. “Estrategias de Desarrollo y Crecimiento para la Gestión del Patrimonio Histórico”. LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA.
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- “Manual Básico de Seguridad y Protección contra Incendios en Ciudades Patrimonio de la Humanidad” Ministerio de Cultura. Edita: Grupo Español de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Comisión de Prevención de Incendios y Protección Civil. Depósito Legal: LE-684-2009.
- “Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio Cultural. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2015”.
- NACIONES UNIDAS. “Marco Sendai para la Reducción del Riesgo de desastres 2015-2030”
- “Plan Estatal General de Emergencias de Protección Civil”
- “Conclusiones del Consejo de Europa sobre la gestión de riesgos en el ámbito del patrimonio cultural”; doc nº: 7680/20; 26 de mayo de 2020.
- “La función de Europeana en el acceso, la visibilidad y el uso digital del patrimonio cultural europeo”, Conclusiones del Consejo Europeo de 31 de mayo de 2016; doc nº: 9008/16 CULT 42 AUDIO 61 DIGIT 52 TELECOM 83 PI 58.
- “Overview of natural and man made disaster risks” the European Union may face Publications; Office of the EU (europa.eu), European Comission.